Tres lunas más abajo
De: Patricia Domínguez
Escultura de metal intervenida con spray de piedra de 1,95 cm. de altura, con 7 manos multiesespecies que contienen ofrendas de elementos naturales del cerro Calán junto a una antena de cuarzo blanco.
Tres lunas más abajo es una escultura de metal de 1,95 cm. de altura, intervenida con diversas manos multiespecies -de monstruos, humanos, animales y robots- fabricadas con cemento, que ofrendan elementos minerales y orgánicos del cerro Calán. Instalada en su cúspide, la escultura toma la forma de un tótem en dirección Este-Oeste, que apunta hacia la cordillera y el mar, para así señalar el flujo de las aguas del valle central. Una antena de cuarzo blanco apunta hacia arriba, indicando las propiedades piezoeléctricas de este mineral utilizadas en los chips de aparatos electrónicos, funcionando así como una antena entre el cielo y la tierra que proyecta las intenciones de las ofrendas hacia todas las direcciones.
Concebida como un gesto cuántico, cada una de las manos de la escultura honra los minerales y vegetales de las montañas y cerros que están siendo extraídos. La obra se conforma así como un umbral para conectar con los espíritus y partículas minerales, vegetales, animales y acuosos que habitan el valle de Santiago en plena sequía.
Tres lunas más abajo se constituye como un espíritu tutelar multiespecie y multielemento, una rogativa a los espíritus del lugar para regenerar los ciclos que han sido intervenidos mediante la extracción y depredación del neoliberalismo. Un nuevo emblema para la ciudad que nos conecta más allá de lo humano.