Nicole L’Huillier: “Estoy interesada en los cruces y promiscuidades disciplinares que nos ayuden a sacudir las rigideces de lo que entendemos por realidad”

16 - 06 - 22
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La instalación sonora «Semilla» de Nicole L’Huillier, ubicada en bosquemuseo de cerro Calán, es una pequeña cápsula enterrada como una ofrenda a la tierra. En su exterior, está cubierta con semillas de manzanilla que cuando florezcan podrán ser bebidas como infusión, y en su interior, lleva un parlante y un mp3 que reproduce una pieza realizada a partir de distintos samples y pistas trabajadas en colaboración con un sistema de inteligencia artificial. Para escucharla, se debe poner el oído en contacto con la tierra.

De forma paralela, la obra «Semilla manual» de la artista opera como un dispositivo de diseminación de semillas alrededor de la tierra, fomentando así su protección con cada una de ellas. Mediante la invitación a cada espectador a descargar este instructivo desde miaau.art e imprimirlo como poster, se busca activar una red colectiva de semillas y la construcción de una resistencia bajo tierra o underground de resonancia y cuidado, difundiendo así su mensaje y permitiendo a cada persona el cultivo de sus propias semillas.

La artista, que también es cocuradora de «El concilio de los sueños», la primera exhibición de miaau (museo intangible de artes audiovisuales), contestó el siguiente cuestionario.

¿Qué artefacto, lugar o elemento reconoces como un umbral? ¿Por qué?
Creo que todo puede ser un umbral. Un elemento poroso que a la vez une y separa mundos, un lugar de transición, una invitación a habitar las múltiples fronteras que nos conforman. Un umbral puede ser una palabra, una idea, un cuerpx, un lugar, un hito, una experiencia, un intercambio, una puerta, una roca, un sonido, el tiempo. Un puente multidimensional que rearticula y reformula de alguna manera.

¿Con qué práctica científica te encuentras más a menudo en tu trabajo artístico o con cuál sientes mayor afinidad? ¿Por qué?
Principalmente con la física, con fenómenos acústicos y vibracionales. Mi interés es bastante amplio ya que se centra en una perspectiva multiescalar y multiagencial por lo que se cruza mucho con la física de partículas y la escala cuántica, la astrofísica y lo cósmico, también entran en juego elementos de la biología, la geología, la neurociencia, la semiótica, la antropología y la cibernética. Estoy interesada en los cruces y promiscuidades disciplinares que nos pueden ayudar a desaprender y sacudir las rigideces de lo que entendemos por realidad. Así como umbrales para poder acceder a otras maneras de existir y pensar, ser en dinamismo, en múltiples mundos y lógicas.

¿De qué forma la obra que presentas en bosquemuseo?
Mi participación toma distintas formas y se infiltra en distintos umbrales. Podría decir que la forma principal fue darle cuerpx al umbral digital con la muestra de miaau, donde participé como editora/curadora. Lo que fue en sí mismo un viaje multidimensional para poder abarcar una curatoría que abre preguntas acerca de las múltiples nociones de realidad que habitamos. Es un poco una pregunta abierta para abrir diálogo con los artistas participantes y sus obras, y explorar una deriva entre nociones de realidad, sueños, psicodelia y cibernética. Un conjunto de provocaciones que desafían nociones estáticas y lineales de lo que es la realidad.

La obra «Semilla» se relaciona directamente con el lugar que habita, es una ofrenda para la Tierra y es un elemento activo y simbólico de cuidado y resonancia mutua. Es una obra que tiene como eje central el ser algo que se planta y crece en el tiempo, como una idea, como un movimiento. Esta semilla lleva un sonido, una canción que se compone con las frecuencias resonantes de los campos magnéticos de la Tierra y sonidos desarrollados en conjunto con un sistema de inteligencia artificial. La canción hace vibrar los cuerpos y activar una resistencia desde el baile y la resonancia del cuerpo que entra en trance y accede otros planos de realidad o estados alterados de conciencia, mientras protege ese pedacito de Tierra de posibles sondeos de geófonos de mineras. La canción de la semilla es ruido para la extracción.

La idea es que esta semilla se convierta en una red, ya que una sola no hace mucho pero muchas pueden crear un movimiento resonante de resistencia planetaria. Para eso se crea la obra «Semilla manual» que se presenta en miaau y es el componente de diseminación digital de «Semilla» Es un dibujo con un instructivo para fabricar semillas y pasar la voz, hacer vibrar y activar lxs cuerpxs de manera colectiva. Un espacio virtual para hacer una invitación que busca plantar ideas y resonar con sistemas de cuidado y afecto.

Abordando las temáticas ligadas al arte, cultura, ciencia y tecnología, ¿cuáles consideras son los puntos que sí o sí debiese considerar la nueva constitución?
Principalmente la ecología, creo que desde ahí se activan muchas cosas fundamentales en relación a la formulación de sistemas de cuidado, respeto y conocimiento desde donde se pueden estimular cambios en torno a visiones para la justicia social, la educación, nuevas economías, lo plurinacional, e incluso la mismísima idea de futuro.

Tras el estallido social ocurrido en Chile en octubre de 2019 y, posteriormente, la llegada del COVID-19 al país en marzo de 2020, hemos transitado por un umbral hacia una nueva forma de vivir en comunidad. ¿Cómo estos últimos dos años han resonado o afectado tu manera de pensar y hacer arte?
Han pasado tantas cosas, yo diría que a mi personalmente me ha tocado profundamente lo colectivo como lugar de acción.

A propósito de lo anterior, ¿cuál es el rol del arte en un mundo en crisis?
Abrir preguntas, cuestionar, colectivizar, sembrar ideas, estimular la intuición e imaginación, ser un espacio de resistencia y acción para des-aprender y re-articular.